Nadie nos entiende, nadie nos percibe con la mirada. Nadie. Dos niños jugando en la lluvia, eso es lo que veo, una chispita salta a cámara lenta y se me clava en la pupila. Mi única protección contra la tormenta, contra cada una de las gotas de agua y la brisa fría es mi mochila y el chico que se encuentra a mi lado. Él no lo sabe, él solo piensa en lo que estamos hablando.
jueves, 30 de diciembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 Salidas de tono.:
Publicar un comentario