¡Síguelo!

Fuí al medico con mi madre, a madrid para variar, y en un paso de cebra mientras lloraba y el coche se paro un chico muy mono con el pelo cobrizo y la piel fina, unos patines de linea gastados y una cartera de estudiante de universidad, me miró un segundo a los ojos a través de la luna, se quitó la chaqueta de cuero revelando sus brazos delgados pero fuertes, se tocó el corazón y me sonrió . Antes de que se pusiese en verde el semáforo y le había dado tiempo a sacar un cuaderno y un boli, escribir GUAPA en mayúsculas y salir rodando/volando calle abajo.