Trajiste cobijo a mis delirios,
mi sed de ti, te propusiste calmar,
cubrí tus ansias con mi ternura,
nos entregamos desequilibrados,
a carencias del tiempo pasado.
Nuestros corazones latían furiosos,
con cada ola al quebrar.
Mi dicha brillo más que todo el universo.
Tu sonrisa provocaba, mis ojos dichosos.
…Con suaves y ágiles caricias…
exhalaba sus promesas, jamás olvidadas.
Tu piel encantada, todo de mi tomaba,
alcanzando el éxtasis, junto a la pleamar.
miércoles, 5 de enero de 2011
Y el sol brilló mientras no lo tapaste.
en 12:50
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